Nunca pensé que podría verme atrapado en la espiral que trae la adicción a la cocaína. Durante años, creí que podía manejarlo yo solo, pero cada vez que intentaba dejarlo, caía de nuevo. La lucha me dejó exhausto, tanto física como emocionalmente. Fue en ese momento de desesperación cuando un amigo me habló de Conciencia2s y su Comunidad terapéutica en adicciones. Decidí dar el paso y unirme a ellos, aunque al principio sentía una mezcla de miedo y escepticismo. No estaba seguro de lo que podía esperar, pero sabía que necesitaba ayuda. Desde el primer día, sentí que había llegado a un lugar donde esto no era solo un programa, sino una verdadera comunidad. Cada persona que conocí allí había pasado por una batalla similar a la mía, y compartir nuestras experiencias se convirtió en un alivio invaluable.

Lo que realmente marcó la diferencia fue la forma en que la comunidad se apoyaba mutuamente. Las sesiones de grupo me permitieron abrirme y entender que no estaba solo en esta lucha. A través de cada conversación, aprendí a ver mis desencadenantes y a enfrentar esos momentos críticos con el apoyo de otros que realmente comprendían mi dolor. La empatía y la comprensión que había allí, era un bálsamo para mi alma herida. Además de las sesiones grupales, tuvimos talleres de habilidades que me ayudaron a reconstruir aspectos de mi vida que había descuidado. Aprendí a gestionar mis emociones y a encontrar placeres en actividades que no involucraban el uso de sustancias. Fue un proceso lento, pero cada pequeño logro me dio la confianza que tanto necesitaba.

En retrospectiva, puedo decir con certeza que Conciencia2s no solo me ofreció herramientas para abandonar la cocaína; me brindó una red de apoyo sólida, que me dio la fuerza y el impulso necesario para seguir adelante. Hoy, miro hacia atrás y me siento agradecido por haber dado ese primer paso hacia la recuperación. Si estás luchando con adicciones, te animo a que busques una comunidad como Conciencia2s. La fuerza que se encuentra en la conexión con otros en tu misma situación es verdaderamente poderosa y, a menudo, el primer paso hacia la sanación.