En Google, la innovación es parte de su ADN. Google Workspace es un producto en constante evolución, lo que significa que las organizaciones que lo adoptan siempre están a la vanguardia de la tecnología y su arquitectura redundante garantiza que no haya tiempos de inactividad programados para actualizaciones. Como ejemplo de innovación, en 2019, Google introdujo más de 200 funciones adicionales a su conjunto de herramientas Google Workspace. Cada año, agrega docenas de nuevas funcionalidades al producto.
Escalabilidad
Hoy, Google Workspace brinda servicio a más de 5 millones de organizaciones en todo el mundo, con varios miles de personas que se unen cada semana y es un servicio global con escalabilidad comprobada. Por ejemplo, el servicio de correo electrónico (Gmail) y el servicio de almacenamiento (Google Drive) brindan servicio a más de mil millones de usuarios en todo el mundo.
Productividad
El uso de Google Workspace permite a los empleados optimizar su forma de trabajar y colaborar, lo que genera mejoras significativas en la eficiencia y la productividad. Las empresas de todo el mundo enfrentan una presión cada vez mayor para seguir siendo competitivas y satisfacer las necesidades de sus clientes. Google Workspace permite a los equipos compartir ideas al instante, unirse a reuniones de forma remota y desde cualquier lugar, colaborar en tiempo real y más. Esta nueva forma de trabajar es posible gracias a las arquitecturas basadas en la nube, que compensan las ineficiencias de trabajar en base a herramientas de productividad aisladas y dependientes del ordenador.
Reducción de costes
Las propuestas de Google son altamente rentables. El modelo SaaS de Google Workspace se basa en el pago por uso, por lo que solo se paga por el número de usuarios que utilizan la solución, sin necesidad de escalar hardware de servidores, almacenamiento, etc., como suele ocurrir en las soluciones on-premise de los clientes. Además, podemos destacar la escalabilidad de la solución de Google, que permite adoptar sus servicios a escala, según la petición del cliente, con una orden sencilla e inmediata. Las soluciones de Google Workspace se actualizan automáticamente. No hay un cliente instalado en el puesto de trabajo del usuario, por lo que no hay costes de migración de versiones, de incorporación de nuevas funcionalidades o de correcciones, de mantenimiento o incluso de actualizaciones de seguridad.
Forrester Consulting realizó un estudio de Impacto Económico Total (TEI), examinando el valor que ocho clientes consiguieron con la implementación y adopción de Google Workspace y concluyó una tasa de retorno de la inversión a 3 años del 331%.
Sencillez en la gestión
Los administradores solo tienen que configurar los servicios desde la consola de administración o utilizar APIs específicas para ello, sin tener que preocuparse por la infraestructura que los soporta, por lo que el tiempo necesario para realizar cambios en la configuración del entorno es mínimo.
Movilidad
La estrategia de Google se puede resumir en una frase: 100% web: aplicaciones empresariales que utilizan servicios de Internet y a las que se puede acceder a través de un navegador. Poder acceder a cualquier cosa desde cualquier dispositivo con un navegador significa que el usuario no tiene que estar conectado a un dispositivo específico. Tiene la libertad de acceder a su información de forma segura, desde cualquier lugar y desde cualquier dispositivo. Además, hay apps nativas para Android e iOS disponibles para un uso eficiente en pantallas más pequeñas y táctiles.
Esta movilidad no significa que no sea posible trabajar sin conexión cuando la red no está disponible: los archivos y el correo se sincronizan para permitir el trabajo sin conexión.