La evolución de Internet ha revolucionado la forma en que las personas acceden a la información y cómo interactúan con las marcas en línea. La personalización de la experiencia del usuario se ha convertido en un aspecto fundamental de las estrategias de marketing digital, permitiendo a las empresas ofrecer contenido relevante y dirigido a las necesidades e intereses individuales. El uso de herramientas como el correo electrónico y la analítica web, incluido el seguimiento de cookies, ha permitido una segmentación más precisa y campañas de marketing más efectivas. Esta capacidad de adaptar las interacciones y el contenido a los intereses demostrados por los usuarios no solo mejora la experiencia del usuario, sino que también aumenta la eficiencia de las campañas publicitarias, asegurando que los mensajes lleguen a un público más receptivo y potencialmente interesado en los productos o servicios ofrecidos.