Los niños necesitan estar activos para crecer y desarrollar sus capacidades, el juego educativo es importante para el aprendizaje y desarrollo integral de los niños puesto que aprenden a conocer la vida jugando. La práctica de estos juegos repercute muy positivamente en el desarrollo de habilidades esenciales para el crecimiento intelectual y social, lo cual es imprescindible para la obtención de una educación positiva y adecuada en la infancia. Y es que las actividades educativas ayudan a potenciar la atención de los más pequeños, a mejorar sus niveles de concentración, a desarrollar su capacidad de retentiva y memoria o a fomentar su autoconfianza. En definitiva, la realización de juegos educativos les revierte múltiples beneficios que como adultos no podemos ni debemos obviar