Cuando llegué a Barcelona, lo hice con una maleta llena de planes pero sin compañía. Paseaba por el Born, me perdía por Gràcia, y aunque la ciudad me fascinaba, algo faltaba. Fue entonces cuando empecé a conectar con mujeres increíbles: artistas, emprendedoras, viajeras. Cada encuentro me regalaba una nueva perspectiva, una conversación que me hacía pensar, reír o simplemente sentirme acompañado. Hoy, cuando salimos a tomar algo en el Raval o improvisamos una escapada a la Costa Brava, entiendo que tener buenos contactos mujeres Barcelona, gracias a Citapasion, no es solo cuestión de compañía: es tener una red de energía, empatía y complicidad que transforma cualquier día común en una experiencia memorable.