Hace unos meses, me encontré en medio de una decisión importante: renovar mi coche y no sabía si seguir con motores de gasolina o dar el salto a lo eléctrico. La verdad, tenía muchas dudas, pero empecé a investigar y a entender cómo funciona el mercado y la demanda actual. Cuanto más aprendía, más me daba cuenta de cuánto había cambiado la tendencia. La demanda de coches eléctricos iba en aumento, impulsada por la preocupación por el medio ambiente y el ahorro en combustibles, mientras que las gasolinas todavía tenían su espacio, especialmente por su accesibilidad y autonomía. Con esa información, mi decisión se volvió mucho más clara y segura. Entender cómo evoluciona el mercado me permitió evaluar qué opción era mejor para mi estilo de vida, mi presupuesto y mi compromiso con el planeta. Hoy, puedo decir que estar al tanto de las tendencias no solo me ayuda a tomar decisiones más informadas, sino que también me hace sentir conectado con una realidad que evoluciona rápidamente y que apunta hacia un futuro más sostenible. Aprendí que conocer la demanda de coches de gasolina y eléctricos no solo impacta en mi bolsillo, sino en mi conciencia y en cómo contribuyo a un mundo mejor.