A mi familia le gusta reunirse los fines de semana en casa de mis padres para compartir y pasar un rato agradable y lleno de amor y alegría. Mi madre es una excelente cocinera por lo que disfrutamos de su comida y de la ternura y esmero con la que prepara los platillos que compartimos. En la casa hay un bello horno de leña y lo usamos en esas ocasiones, preparando panes, pizzas o los estofados cocinados en las cazuelas de barro artesanales, las que luego se llevan a la mesa con todo el sabor y calor que nos encanta.